jueves, 4 de diciembre de 2008

MOTIVACIÓN EN EL AULA DE CLASE


[1] El término motivación hace alusión al aspecto en virtud del cual el sujeto vivo es una realidad autodinámica que le diferencia de los seres inertes. El organismo vivo se distingue de los que no lo son porque puede moverse a sí mismo. La motivación trata por lo tanto de esos determinantes que hacen que el sujeto se comporte de una determinada manera teniendo en sí mismo el principio de su propio movimiento.


Tradicionalmente hemos confundido motivación con el arte de estimular y orientar el interés del alumno hacia el trabajo escolar. Intento que queden claros ambos conceptos, en el mismo nivel real que deben quedar claras las actividades que corresponden al profesor que las que corresponden al alumno.


MOTIVACIÓN: Es el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él. El interés se puede adquirir, mantener o aumentar en función de elementos intrínsecos y extrínsecos. Hay que distinguirlo de lo que tradicionalmente se ha venido llamando en las aulas motivación, que no es más que lo que el profesor hace para que los alumnos se motiven.


FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL APRENDIZAJE DE LOS ALUMNO


Cuando un alumno quiere aprender algo, lo logra con mayor facilidad que cuando no quiere o permanece indiferente. En el aprendizaje, la motivación depende inicialmente de las necesidades y los impulsos del individuo, puesto que estos elementos originan la voluntad de aprender en general y concentran la voluntad. De esta forma podemos ver que la motivación es un acto autoexhortativo.
Cuando una persona desea aprender algo, las otras actividades no atraen sus esfuerzos. Se produce un cambio, un aumento de expectativa y luego de tensión, y ambos casos constituyen una disposición para aprender ese algo. Esto determina una movilización de energía, la cual se ha consumido cuando el aprendizaje ha sido llevado a cabo. Si el esfuerzo tiene éxito, la tensión tambiénse alivia


CLASES DE MOTIVACION


Existen dos clases de motivaciones: motivación intrínseca y motivación extrínseca.


MOTIVACIÓN INTRÍNSECA :se refiere a la satisfacción personal que representa enfrentar con éxito la tarea misma.


MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA: Dependen de lo que digan o hagan los demás acerca de la actuación del alumno, o de lo que él obtenga tangiblemente de su aprendizaje.


Estas dos se mezclan continuamente y, a veces resulta imposible separarlas, ya que la autoestima juega un papel muy importante.


LA TEORÍA IMPULSIVISTA


El concepto de pulsión guarda cierta relación con el de instinto, pero está fundado en un factor de tipo biológico que lo hace más flexible y más ajustable a los procedimientos de la ciencia experimental. Se basa en la vieja idea de autorregulación (homeostásis). En virtud de este esquema el organismo que experimenta un desequilibrio interno, lo corrige mediante una interacción con el ambiente y de esta manera logra mantener el equilibrio.


El punto de partida es un estado de necesidad o carencia que crea por tanto el desequilibrio en el sujeto. Esto lleva a una inquietud que produce una actividad difusa, que se convierte en un impulso hacia el bien o incentivo cuya consecución produce la reducción de la necesidad y por lo tanto la restauración del equilibrio


Esta restauración es satisfactoria por lo que podemos relacionar esta teoría con la hedonista ampliándose las posibilidades de esta última. El proceso se puede esquematizar como el gráfico de la izquierda. Esté ciclo resulta válido para las necesidades de orden biológico, pero es difícil encajarlo completamente en la realidad evolutiva, progresiva y de desarrollo del comportamiento humano. Teniendo en cuenta el componente cognoscitivo de la persona, esta tiene la posibilidad de prever lo que puede suceder en el futuro, lo que crea un desajuste entre lo que es en realidad y lo que se anticipa, dándose así el ciclo motivacional y por lo tanto su posibilidad de mejorarlo y perfeccionarlo.El tipo de motivos que le surgen a un individuo de una necesidad o desequilibrio es lo que se ha dado en llamar en la pedagogía actual motivaciones intrínsecas.


La teoría del incentivo, se ha tratado en la escuela tradicional, fundamentalmente a partir de la[1] Ley del Efecto de como elemento de refuerzo para consolidar conductas en los individuos. Sin negar el refuerzo, si quiero dejar constancia, que en dicha escuela el refuerzo se ha confundido con las notas y los premios (refuerzo positivo), o con los castigos (refuerzo negativo). En la educación contemporánea, intentamos que el incentivo se desarrolle, o bien en la consecución del objetivo, sobre todo en alumnos adolescentes o adultos, o en la misma actividad que sea significativa, en los alumnos más pequeños.


INDEFENSIÓN Y DESESPERANZA APRENDIDA


El alumno pretende alcanzar con éxito sus estudios, ser valorado y obtener recompensas de ello; sin embargo, cuando no lo logra, y sufre alguna experiencia de vergüenza y humillación pueden surgir dos problemas emocionales afectivos: indefensión y desesperanza aprendida.


INDEFENSIÓN:cuando los estudiantes atribuyen el éxito escolar a causas externas fuera de su control y a causas internas estables y no controlables.


DESESPERANZA APRENDIDA: es cuando la conducta de los alumnos se orienta principalmente a evitar el fracaso escolar. Piensan que no importan lo que hagan ya que van a fracasar. No quieren participar porque sus ideas están mal. Antes de empezar cualquier actividad ya saben que van a estar mal. Son derrotistas en potencia y tienen muy baja autoestima.


El papel del maestro en este sentido es fundamental, ya que a través de sus actitudes, comportamiento y desempeño dentro del aula podrá motivar a los alumnos a construir su aprendizaje. Sin embargo, se tiene que considerar que la motivación no es permanente ni inmutable:Como se puede apreciar, la motivación debe darse antes, durante y al final de la construcción del aprendizaje.


Sin ser una “receta”, existen algunas sugerencias que aquí se presentan para motivar a los alumnos antes, durante y después de las actividades o tareas:


A) MANEJO DE LA MOTIVACIÓN “ANTES”:




  • MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA: Primero que nada, el maestro debe mostrar una actitud positiva, ya que los alumnos la captarán inmediatamente cuando entre al salón de clase.


  • GENERAR UN AMBIENTE AGRADABLE DE TRABAJO: El clima o la atmósfera del salón de clase debe ser cordial y de respeto. Se debe evitar situaciones donde se humille al alumno.


  • DETECTAR EL CONOCIMIENTO PREVIO DE LOS ALUMNOS: Esto permitirá tener un punto de partida para organizar las actividades y detectar el nivel de dificultad que deberá tener. Asimismo, se podrá conocer el lenguaje de los alumnos y el contexto en el que se desenvuelven.


  • PREPARAR LOS CONTENIDOS Y ACTIVIDADES DE CADA SESIÓN: Un maestro que llega a improvisar es detectado automáticamente por los alumnos, por lo cual pierde credibilidad y los desmotiva.


  • MANTENER UNA MENTE ABIERTA Y FLEXIBLE ANTE LOS CONOCIMIENTOS Y CAMBIOS: Hay que considerar que los conocimientos se construyen y reconstruyen día con día; que existen diferentes perspectivas para abordarlos ya que no son conocimientos acabados e inmutables.


  • GENERAR CONFLICTOS COGNITIVOS DENTRO DEL AULA: Plantear o suscitar problemas que deba resolver el alumno, que activen su curiosidad e interés. Presentar información nueva, sorprendente, incongruente con los conocimientos previos del alumno para que éste sienta la necesidad de investigar y reacomodar sus esquemas mentales.


  • ORIENTAR LA ATENCIÓN DE LOS ALUMNOS HACIA LA TAREA. Tratar de que los alumnos tengan más interés por el proceso de aprender y no por las recompensas que puedan tener.


  • CUIDAR LOS MENSAJES QUE SE DAN: Tratar de no desmotivar a los alumnos diciendo que algo es muy difícil y que no van a poder con ello. Al contrario, hay que alentarlos a que den su mayor esfuerzo y felicitarlos por ello.


B) MANEJO DE LA MOTIVACIÓN “DURANTE”:



  • UTILIZAR EJEMPLOS Y UN LENGUAJE FAMILIAR AL ALUMNO: A partir del conocimiento previo del educando, el maestro puede conocer su forma de hablar y pensar. Utilizando esto se pueden dar ejemplos que los alumnos puedan relacionar con su contexto, sus experiencias y valores.

  • VARIAR LOS ELEMENTOS DE LA TAREA PARA MANTENER LA ATENCIÓN: Si el maestro siempre sigue las mismas actividades y procedimientos en todas las clases, los alumnos se aburrirán, ya que éstas se harán monótonas. Por ello, el maestro deberá tener una amplia gamma de estrategias de aprendizaje para que los alumnos se motiven en la construcción de su aprendizaje.

  • ORGANIZAR ACTIVIDADES EN GRUPOS COOPERATIVOS: Pueden ser exposiciones, debates, representaciones, investigaciones, etc. Las actividades en grupos cooperativos permitirán a los alumnos tener diferentes puntos de vista sobre el mismo material, por lo cual sus compañeros servirán de mediadores en su construcción del conocimiento.


  • DAR EL MÁXIMO DE OPCIONES POSIBLES DE ACTUACIÓN PARA FACILITAR LA PERCEPCIÓN DE LA AUTONOMÍA:El alumno, aún cuando sea parte de un grupo, es un ser autónomo, que merece ser tomado en cuenta como tal; por lo cual, no debe ser tratado como uno más en la masa. Se debe respetar su individualidad dejándolo actuar y pensar por sí mismo.


  • MOSTRAR LAS APLICACIONES QUE PUEDEN TENER LOS CONOCIMIENTOS: Ejemplificar mediante situaciones diarias la relevancia de los contenidos. Muchas veces los alumnos dicen: para qué estudio esto si no me va a servir para nada. El maestro debe orientarlos para que lo apliquen en su realidad. Si es posible, guiarlos para que sean ellos quienes le encuentren sentido y digan para qué sirve.


  • ORIENTARLOS PARA LA BÚSQUEDA Y COMPROBACIÓN DE POSIBLES MEDIOS PARA SUPERAR LAS DIFICULTADES: Hay un dicho popular que dice: si le das un pez al hambriento, comerá ese día. Si le enseñas a pescar, comerá siempre. Esta analogía sirve para ejemplificar la labor del docente.


C) MANEJO DE LA MOTIVACIÓN “DESPUÉS”:



  • DISEÑAR LAS EVALUACIONES DE FORMA TAL QUE NO SÓLO PROPORCIONEN INFORMACIÓN DEL NIVEL DE CONOCIMIENTOS, SINO QUE TAMBIÉN PERMITAN CONOCER LAS RAZONES DEL FRACASO, EN CASO DE EXISTIR: La evaluación debe permitir detectar las fallas del proceso enseñanza aprendizaje, para que el maestro y el alumno puedan profundizar en ellas y corregirlas.


  • EVITAR EN LO POSIBLE DAR SÓLO CALIFICACIONES: Se debe proporcionar a los alumnos información acerca de las fallas, acerca de lo que necesita corregir y aprender.


  • TRATAR DE INCREMENTAR SU CONFIANZA: Emitir mensajes positivos para que los alumnos se sigan esforzando, en la medida de sus posibilidades.


  • DAR LA EVALUACIÓN PERSONAL EN FORMA CONFIDENCIAL: No decir las calificaciones delante de todos. Es preferible destinar un tiempo para dar la calificación en forma individual, proveyéndolos de la información necesaria acerca de las fallas y los aciertos; buscando de esta forma la retroalimentación del proceso enseñanza aprendizaje.


CADA ALUMNO SE MOTIVA POR RAZONES DIFERENTES


La motivación como proceso autoenergético de la persona, limita la función del profesor a ser un agente exterior que trata de desencadenar las fuerzas interiores del alumno. Esto nos lleva a una consecuencia: los incentivos tienen un valor motivacional limitado. La misma actividad incentivadora produce distintas respuestas en distintos individuos, o incluso en el mismo alumno en diversos momentos.


En la práctica se traduce en una limitada eficacia de las motivaciones colectivas, si no van acompañadas de una individualización y adecuación a las peculiaridades del alumno, en las que influyen tanto los rasgos de personalidad como su misma historia.




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


  • DÍAZ Barriga Arceo, Frida y Hernández Rojas, Gerardo. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista. México, Ed. Mc. Graw Hill, 1998.

  • GÓMEZ Ocaña, Concepción y Gargallo López; Bernardo. Construcción humana y procesos de estructuración. Pr. Juan Escames Sánchez. Universidad de Valencia.

  • HERNÁNDEZ Santiago, René Gastón. El éxito en tus estudios. Orientación del aprendizaje. 4ta., ed., 2da. Reimp. México, Ed. Trillas, 1991.

  • NOT, Luis. Las pedagodías del conocimiento. Tr. Sergio Rene Madero. México, Ed. Fondo de Cultura Económico, 1983.

    [1] Thorndike,


[1] Xóchitl de la Peña